Convertir una caldera de gas propano a gas natural es posible, aunque será una tarea compleja que requiere ayuda profesional. Y no se puede olvidar que el gas propano reacciona ante un suministro perteneciente a la familia de los GLP, que se utiliza para tareas similares al gas natural, como la cocina, el agua caliente sanitaria o la calefacción. Es posible que en ese momento hubiera muchos usuarios que no pudieran instalar gas natural directamente porque vivían en un área sin una red de distribución para abastecerlos, pero la adaptación del propano fue una solución de actualización muy recomendada. También es posible cambiar una caldera por bombona de butano a gas natural.
Los distribuidores son mucho más activos hoy que en el pasado, ya que es más común que algunos usuarios decidan cambiar sus calderas de propano a gas natural. Por lo tanto, los usuarios que tengan instalado un suministro de gas propano podrán considerar y considerar la opción de cambiarse a gas natural, y podrán hacerlo de dos formas: o toda la comunidad de vecinos aprueba el cambio de suministro, o el usuario solicita unilateralmente el cambio de instalación.
Si es el usuario doméstico el que realiza la solicitud de cambio de forma individual, sólo deberá ponerse en contacto con la empresa instaladora, quien será la encargada de comprobar que el cambio es factible, realizar todos los trabajos pertinentes y cumplimentar el certificado de instalación de gas exigido por el usuario natural. En las comunidades de vecinos, en cambio, la sustitución del gas natural requiere el consentimiento de las tres quintas partes de los vecinos.
En primer lugar, ante este cambio, es necesario asegurarse de que la caldera es apta para diferentes tipos de gas, por lo que es necesario prestar atención a la marca y características de la caldera. Lo lógico es que para pasar de propano a gas natural sea necesario cambiar el inyector del quemador ya que los orificios de salida de cada gas tienen un diámetro diferente. Otra táctica que se debe enfrentar es reemplazar el regulador de baja presión de la rampa de la caldera.
Pero, como comentábamos anteriormente, es principalmente para obtener ayuda de expertos, especialistas, técnicos, profesionales. Ver diferentes opciones siempre es positivo. No estaría mal buscar asesoramiento técnico sobre cómo se podría adaptar una caldera de propano a gas natural. En ningún caso se debe afrontar la sustitución de gas en una caldera sin la asistencia de un profesional cualificado, independientemente de los muchos conceptos amateurs en el campo de la ingeniería o de las calderas. Esta es una tarea muy delicada y todo debería funcionar perfectamente.
Comparar muy bien los dos suministros es crucial para tomar la decisión de ajustar o no la instalación para adaptarse al cambio. El gas natural es un suministro eficiente y limpio tanto para el hogar como para la industria; por sí mismo, el gas propano es inodoro y puede soportar temperaturas extremas. Sin embargo, ambos sirven para propósitos muy similares, por lo que con esta dicotomía, la decisión final será del cliente.
Entre las ventajas que ofrece el gas propano podemos mencionar su capacidad para soportar grados centígrados muy altos, su alto poder calorífico o la ventaja de que puede sustituir el papel del gas natural donde aún no se dispone de este tipo de gas natural. .Entre sus desventajas, tenemos que mencionar que puede haber riesgo de suministro insuficiente cuando el tanque no se rellena, o que su instalación requiera un mantenimiento más cuidadoso y cuidadoso.
Entre las ventajas del gas natural podemos mencionar su mayor eficiencia, economía y abaratamiento de los bolsillos de los clientes, suministro continuo, gas menos contaminante o capacidad de requerir menos mantenimiento. Su principal desventaja es que no se puede instalar en todas partes, ya que en algunas zonas de España no se puede llegar a este tipo de suministro (aunque este defecto sí que se empieza a corregir paulatinamente).