El bajo precio de los paneles solares ha provocado un aumento de las instalaciones solares domésticas. Se trata de un ámbito que ha suscitado fuertes reacciones, porque en él se mezclan cuestiones energéticas, legales, económicas e incluso ideológicas. En cualquier caso, a pesar de la paulatina reducción de las subvenciones, el aumento de la eficiencia del panel conducirá a la normalización de su uso. Se estima que para 2040, el 13% de la generación de electricidad mundial provendrá de estos sistemas.
Esto nos lleva a otra consideración arquitectónica: ¿cuál es la mejor forma de integrar paneles en el hogar? En primer lugar, en el orden técnico, se debe considerar la dirección e inclinación óptimas para optimizar su uso, pero esto no es suficiente. Aunque se han vuelto más delgados y eficientes y, por lo tanto, requieren menos espacio para colocarlos, muchos propietarios no quieren que dominen el tejado.
Desde un punto de vista arquitectónico, la cantidad de proyectos que integran adecuadamente los sistemas de paneles solares es muy pequeña. Su reasentamiento suele ser fiscal o posterior a la construcción. Esto significa que la falta general de coherencia. Además, debido a que las imágenes de los paneles tienen cierta connotación técnica, no son fáciles de integrar bien con la existencia más tradicional de otros materiales, y en ocasiones producen rechazo.
Sin embargo, hay algunas obras, y las obras de imagen son un buen ejemplo, logrando un equilibrio entre las necesidades técnicas y arquitectónicas. Los paneles se integran de forma natural porque se consideran un elemento más de todo el edificio. Esto sucede cuando los materiales, las combinaciones de colores y los tamaños de los paneles se seleccionan cuidadosamente para adaptarse al diseño general.
Los paneles fotovoltaicos utilizan materiales (principalmente silicio) que absorben fotones y liberan electrones para convertir la radiación en electricidad. Estos electrones libres generan corriente eléctrica. Este tipo de paneles se fabrican desde hace décadas y han mejorado enormemente su eficiencia en los últimos años. Además, son cada vez más delgados, e incluso existen soluciones comerciales de láminas que pueden adherirse a todo tipo de superficies. Además, su precio también ha bajado.
Los paneles térmicos suelen ser más grandes y deben conectarse a la red de tuberías. Funcionan a través de un sistema de captación, que es el propio panel, que utiliza la radiación solar para calentar el fluido en su interior, más un sistema de acumulación o intercambio para transferir el calor al dispositivo de agua. En aquellos días en que la radiación solar es insuficiente para cubrir las necesidades del edificio, suele ser necesario contar con un sistema de calefacción o agua caliente tradicional complementario.
Los paneles híbridos que generan electricidad y agua caliente al mismo tiempo son menos comunes. La tasa de utilización de la energía solar para los paneles fotovoltaicos tradicionales es de alrededor del 15% y el resto se pierde en forma de calor. Este tipo de panel híbrido aprovecha parte del calor, lo que también ahorra mucho espacio. Una de las claves para decidir si colocar paneles solares es su precio. Después de todo, esta es una inversión importante y su rentabilidad debe calcularse cuidadosamente.
Alguien ya ha aventurado que estamos en el inicio de una verdadera revolución energética, que hará que la producción de energía ya no esté centralizada, sino distribuida. Esto significa que puede haber millones de puntos de generación de energía para complementar las grandes centrales eléctricas. Porque por ahora, es necesario seguir dependiendo de los suministros generales, porque todavía no pueden cubrir el 100% de la energía que necesitamos para hacer funcionar nuestras casas.
En España, el marco legal del autoconsumo ha cambiado muchas veces. Los aspectos regulatorios deben ser considerados cuidadosamente al realizar tales inversiones, porque el método adoptado por el gobierno en ese momento sin duda afectará las condiciones de pago del dispositivo.
En cualquier caso, por motivos ecológicos o ambos, siempre es bueno integrar en nuestros hogares un sistema de autoproducción de energías renovables.